Bank of América Chicago Marathon 2019

Mi buena actuación en la Maratón de Buenos Aires 2017, me clasificó con entrada directa a esta gran carrera, evitando el trámite y los juegos de la suerte  del sorteo para poder participar. Si bien la había corrido en el 2007, la anormalidad del tremendo calor de ese día y la suspensión de la maratón a partir de las dos horas de largada para una parte de los participantes, hicieron que desde ese día, deseara volver a correrla en condiciones más normales. Debo agregar que también desde el 2007 quedé encantada con Chicago, la ciudad donde nacieron los rascacielos y donde fue filmada una de las películas de Batman entre otras. Si desean leer que pasó en el 2007 en esta misma maratón pueden ir a: https://viajandoycorriendo.travel.blog/carreras-y-maratones/the-la-salle-bank-chicago-marathon-2007/

La gran expo del 2018,  que se hace en el McCormick Place, un gran centro de eventos y convenciones a orillas del Lago Michigan seguía siendo imponente pero esta vez noté que los puestos, si bien hacían su propaganda y sus negocios regalaban menos obsequios a los visitantes. Fui con amigos y disfrutamos de una cerveza de propaganda, mientras recorríamos los diferentes stands. La organización de todo  lo que sucede allí es impecable.

 Me alojé en el Hostel  Freehand Chicago que estaba lleno de corredores de todo el mundo. La noche previa a la carrera, mi habitación que compartí con tres chicas fue un lugar de preparativos obsesivos para el gran día de la carrera. La ropa, el dorsal, el bolso y toda clase de detalles íntimos y personales eran revisados una y otra vez antes de irnos temprano a dormir. En la mañana antes de salir hacia la largada nos sacamos esta foto.

Con caras de dormidas , pero listas para la maratón de Chicago 2019.

Desde este hostel es posible llegar caminando a la largada y ver de paso los preparativos de la carrera como los puestos de agua, los voluntarios, los policías ordenando el tránsito y  las calles cortadas para la gran fiesta de la ciudad.

La entrada al corral de largada es clara y muy custodiada por policías que revisan todo. Dentro de la zona de estar, hay bebidas, comida, el inmenso y ordenado guardarropa, baños químicos por cientos, contenedores para dejar la ropa con la que uno no correrá  y sectores de enfermería para cualquier inconveniente. Es gracioso ver corredores vestidos con cualquier cosa  para protegerse del frio. Los corredores, vamos a la meta con ropa que dejaremos antes de largar la maratón y que será recogida por voluntarios para diferentes entidades y llevamos en bolsas especiales transparentes la ropa que nos abrigará al finalizar la maratón. No saqué fotos durante la carrera. Sentí corrí muy bien y muy concentrada. En algunos tramos del recorrido conocí porque a Chicago le dicen la ciudad de los vientos. Recuerdo tener frío en la cabeza. El viento, de frente, me arrancó mi gorro y no me di cuenta  hasta tener frío, así que junté uno de la calle y terminé con él la carrera. Hoy lo uso para entrenar y se ha convertido en un lindo recuerdo. Todo es excelente en el camino, la hidratación, los puestos médicos y la gente alentando sin parar. Recuerdo el paso por el estadio de los Chicago Bulls, el arco del Barrio Chino, algunas calles arboladas muy hermosas con gente  sentada en las puertas de sus casas. Algunas imágenes del 2007 se venían a mi mente, todo era distinto pero, a decir verdad, el clima fue la gran diferencia. Cuando corro, estoy concentrada en correr, es por eso que mis imágenes o recuerdos posteriores a una maratón son como de sueños, confusas, borrosas, desdibujadas, lejanas. Me despierto en los últimos dos o tres kilómetros donde la meta está cerca, pero lejos a la vez y hay que estar atento a todo, a no cometer ni un mínimo error, ha escuchar el corazón y sentirse respirar. Hoy, mientras escribo, recuerdo mi correr sobre la South Michigan Avenue hacia el norte, el giro hacia la derecha para tomar Roosevelt que tiene una leve pero infame pendiente de trescientos metros que se parecen al Everest en ese instante. Otro giro, pero ahora a la derecha, ahora al final, al sueño por cumplirse, sobre Columbus, con las gradas llenas de gente, los cronómetros, los voluntarios, los corredores felices y extenuados, con el arco de llegada que indica que una maratón más  va a ser terminada.

Cruzar la meta es como llegar al cielo. Un cielo lleno de miradas cómplices y abrazos con desconocidos. Un cielo de felicidad plena y algunas emocionadas lágrimas. Chicago 2019, fue inolvidable. En este cielo uno camina como perdido, como si nada más pasara después de la carrera, va tomando agua, nos dan bananas, capas térmicas, sacamos fotos, manzanas, bebidas deportivas. Los voluntarios nos guían.

Todos  buscamos la medalla. Muchos voluntarios las ofrecen  amablemente a los finalistas. Miro hacia la izquierda y la veo a Paula Radcliffe ubicada y trabajando como una voluntaria más entregando las medallas. Siempre, desde que corro maratones soñaba con conocerla en persona. La vi correr en vivo y en directo en la Maratón de Nueva York en el 2007. ¿Pero quién es esta señora? Paula Radcliffe es inglesa, ganó muchísimas maratones y tuvo en sus manos el récord mundial de la distancia con un registro de 2h15:25, desde 2003 hasta 2019. Corrí como un loca feliz hacia ella para que me pusiera mi medalla al cuello, mientras le decía: Paula I love you  I love you … tú eres la mejor!  Súper simpática y amistosa, me abrazó y se tomó una foto conmigo. ¿Qué más podía pedir ese día?

Paula Radcliffe , una leyenda del mundo del maratón y un día muy feliz que jamás olvidaré.

  Como me pasó en Berlín en 2018 cuando los hombres batieron el récord mundial masculino, mientras yo corría, ahora las mujeres se encargaban de romper el récord mundial femenino también mientras yo corría. Muy feliz me fui a la fiesta de corredores en el parque, a tomar cerveza y bailar. Muchos corredores bailan desaforados, presos de las endorfinas y la alegría, frente al escenario con músicos y bandas y en vivo. Terminé  bailando junto a un grupo de divertidos brasileros. No hay como festejar después de una maratón. Por la noche me junté con mis amigos , nos fuimos a comer pizza y a escuchar jazz en vivo para festejar nuestro esfuerzo y los simples momentos juntos que no olvidaremos, en esta hermosa ciudad norteamericana.

Como es costumbre, el lunes salí feliz a pasear por la ciudad, medalla al cuello, luego de un gran desayuno para hambrientos que me preparé. Fui al Hilton Chicago donde había clases de yoga y sesiones de masajes gratis para los corredores. Me encontré también ahí, con una gran mesa llena de frutas, vegetales crudos quesos, fiambres, jugos y bebidas variadas. Las sesiones de masaje se habían agotado, no así una clase de yoga de la que participé. Durante la espera comí , de todo un poco, otra vez con otros corredores, cuando por la entrada a la gran sala  en que estábamos, entran los dos ganadores de la maratón: Lawrence Cherono y Brigit Kosgei, ambos  de Kenia. Rodeados de su custodia, tímidos pero atentos, estos grandiosos atletas posaban pacientemente con nosotros para la foto. Como dije antes Brigit Kosgei quebró el récord mundial en Chicago que tenía mi querida Paula Radcliffe durante muchos años. La clase de yoga estuvo buena, llena de gemidos y suspiros  por parte nuestra, los corredores que estábamos duros, doloridos, pero felices tratando de elongar e imitar, sobre una gran y suave alfombra azul, a una  flexible profesora a la que no le dolía nada y se movía sin problemas.

Mi viaje recién empezaba y de que manera: había corrido mi maratón numero 19 convirtiéndola en la mejor que hice en el exterior, había mejorado la marca que me permitió correrla y tenía fotos con verdaderas estrellas mundiales del mundo de la maratón. Una vez más la vida  me mostraba  que a veces todo sale  bastante mal como en el 2007 y otras todo más que bien como en 2019. En el deporte como en la vida siempre hay revancha, es cuestión de estar atento y no darse jamás por vencido.

Este escrito esta dedicado a David, Silvia, Virginia y Eugenia, con quien estuve en Chicago 2019, a todos los corredores que en este 2020 iban correr un maratón ( yo iba a correr esta maratón por tercera vez), a mi querido sobrino mayor Arián, que hoy cumple años y a la Bank of America Chicago Marathon que iba a correrse hoy 11 de octubre de 2020 y fue suspendida por el Covid 19. /https://www.chicagomarathon.com/

La Salle Street, la calle de Chicago que está graba en la medalla 2019. Al fondo el hermoso edificio de Chicago Board of Trade Building.

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